Una mujer de 28 años ha sido arrestada por el asesinato de su hijo de dos años y cuatro meses en un pueblo de Piedimonte San Germano, en la región de Lacio, Italia. El asesinato se habría producido porque el niño no paraba de llorar.

La madre, que sufría depresión, achacó la culpa del suceso a que el niño había sido atropellado por un vehículo. Pero, tras la intervención de la policía, se descubrió que la mujer le habría cerrado la boca y apretado con la otra, provocándole la muerte por asfixia.

Según el diario La Repubblica, el menor había empezado a llorar porque quería volver con su abuela.

El padre también ha sido detenido, acusado de participar en el crimen.