Michala Pyke y John Rytting están acusados por los órganos de justicia Grimbsy, Reino Unido, de haber matado a Poppy, la hija de Michaela Pycke de tan solo cuatro años. Todo apunta que la vida de la niña era un inconveniente para su vida amorosa.

La pequeña murió en 2013 por causas que hasta ahora se desconocían. Los servicios médicos llegaron a casa de Pyke y encontraron a Poppy inconsciente, pálida y sin respiración. Fue trasladada al hospital pero no pudieron hacer nada por su vida.

Después de casi 4 años han salido a luz unos mensajes que intercambiaron la madre y el novio, los cuales fueron detonantes para resolver el caso: "Ven y trae esas pastillas mágicas para que duerma la niña y estará bien jaja".

Ambos están siendo investigados por la justicia de Reino Unido por administrar drogas a Poppy para dormirla debido a que la pequeña era un estorbo para la pareja cuando estos se encontraban juntos en casa practicando sexo según informa 'Daily Mail'.

Ellos han negado las acusaciones; sin embargo, muchos vecinos aseguran que la madre gritaba mucho a la niña llegando a decirle en algunas ocasiones: "Te odio, pequeña bastarda". La pareja, que actualmente ya no está junta, está a la espera de la sentencia judicial.