El medio británico DailyMailTV ha encontrado en la ciudad de Mykolaiv, al sur de Ucrania, a la mujer que asegura ser la madre biológica de Natalia Grace, la niña con enanismo abandonada en Estados Unidos por sus padres adoptivos.

Volodymyrivna Gava, de 40 años, niega en sus declaraciones que su hija biológica sea una sociópata adulta y asegura que ahora mismo tiene 16 años.

El matrimonio de los Barnett está imputado por el abandono de su hija, que padece un trastorno del desarrollo óseo que le provoca enanismo. Los padres, según las autoridades, habrían modificado su edad de 11 a 22 años en sus documentos oficiales para mudarse a Canadá, dejándola atrás.

Su madre adoptiva, por su parte, sostiene que su hija adoptiva es en realidad una mujer adulta haciéndose pasar por una niña y la acusa de ser una psicópata que intentó matarla.

"Sé exactamente cuántos años tiene", responde la madre biólogica, que dice haber tenido conocimiento de dónde se encontraba su hija cuando el caso de los Barnett ha tenido relevancia internacional. "Es mi hija y nació hace 16 años", asegura.

Según su versión, dejó a su hija en un orfanato porque los médicos se lo aconsejaron nada más nacer la pequeña. "Me dijeron que la dejara y no arruinara mi vida", cuenta la madre, que añade que le aseguraron que el bebé nunca podría moverse y "pasaría la vida atada a una silla o a una cama".

Ahora, en sus declaraciones, la mujer pide perdón a su hija y le pide que vaya a visitar a su familia biológica a Ucrania. "Hija, perdóname por lo que sucedió hace 16 años. Espero que cuando cumpla 18 años venga a Ucrania y me encuentre. Me gustaría abrazarla y disculparme", declaró.

Algo más de dos años después de adoptar a Natalia, los Barnett la habrían abandonado cuando se trasladaron a Canadá con Jake y sus otros hijos para que este prosiguiera allí sus estudios. Ahora están pendientes del juicio, acusados de negligencia.

La intrahistoria de los Barnett

Mientras los Barnett se enfrentan a cargos criminales por negligencia, su surrealista historia ya ha dado la vuelta al mundo. Pero, curiosamente, esta familia ya era célebre mucho antes de que saliera a la luz el caso de Natalia Grace, gracias a otro de sus hijos: Jake.

Bautizado por los medios como "niño prodigio" o incluso "el Einstein adolescente", a Jake Barnett le diagnosticaron autismo a los dos años. Los médicos advirtieron a sus padres de que quizá nunca podría hablar siquiera, pero con solo ocho años ya estudiaba en la universidad.

Numerosos medios estadounidenses e internacionales se hicieron eco de la historia del joven genio, pero ninguno se fijó en el caso de su hermana Natalia.