El macambo es de familia que el cacao, la de las teobrominas. Palabra que, por cierto, significa "comida de dioses". Su fruto es tan parecido que hay quien lo llama "cacao blanco". Ahora, en el contexto de Madrid Fusión, se ha presentado un chocolate blanco de macambo y está buenísimo.

"Es similar a la elaboración de un chocolate tradicional", nos dice Christian Domínguez, de Food Idea Lab. Él fue el que se empeñó en crear este producto. En origen, el grano se pela y se tuesta al sol. Ya en España, se termina de tostar en el horno, se le quita la semilla y se mezcla con azúcar y manteca de cacao. ¿El resultado? Un chocolate de color blanquecino, similar en aspecto al chocolate blanco tradicional (al que pretende sustituir).

¿A qué sabe?

Es complicado describir un sabor. Es dulce, pero no tan dulce como el chocolate blanco, y sabe a tostado, como si se hubiera hecho con un fruto seco tipo almendras. La textura es cremosa, muy similar a la del chocolate clásico. Por decirlo sin rodeos, está rico. Muy rico.

Y, nutricionalmente, ¿qué tal?

El macambo está considerado un súperalimento. Tiene mucha fibra, el doble de la que tienen las almendras, tres veces más proteína que la macadamia y el triple de Omega 9 que las nueces.

Además, a diferencia de los chocolates tradicionales es apto para alérgicos a la lactosa y a los frutos secos. Una cosa más: es bajo en grasas.

Pero... ¿dónde y por cuánto?

De momento, se acaba de presentar. Carmen Capote, de 24 Onzas, ya ha probado a hacer bombones de macambo, pero tiene que ver cuándo sacarlos a la venta. Sin embargo, nos dice que puede vender tabletas y lingotes bajo pedido a los interesados.

Nos aseguran que algún chef con Estrella Michelín está muy interesado para usarlo en platos salados, pero también dulces. Seguro que en breve, el macambo llega a las mejores cartas. El precio está por determinar.