Lucía es una de las dos activistas españolas de la 'Flotilla de la Libertad', rumbo a Gaza, expulsadas por Israel. Iban a bordo del el 'Al Awda', cuando unas zódiacs de la armada israelí, asegura, les abordaron.

"Los soldados rapidísimamente les tiraron con las pistolas eléctricas y estos ya les redujeron inmediatamente porque te dejan totalmente noqueados", asegura Lucía Mazarrasa, activista en 'Rumbo a Gaza' y expulsada por Israel.

Sin pasaportes, sin móviles, sin medicinas, denuncian, estuvieron encerrados en territorio israelí durante horas. El barco fue incautado y el material médico, dicen, en gran parte desaparecido. "Se comprometieron a entregarlas a una organización en Gaza, una organización médica. Entregaron de 189 solo 18 cajas", asegura Sandra Barrilaro, activista en 'Rumbo a Gaza'.

La versión israelí es justo la contraria: al igual que con el 'Freedom', todo se hizo de forma pacífica y de acuerdo a la legalidad internacional.

En 2010 comenzaba la 'Flotilla de la libertad' con más de 600 personas a bordo. Ese año el coste humano fue alto: diez muertos y decenas de heridos en uno de los asaltos más crueles de Israel.

Desde entonces, ocho años llevan intentando llegar a la orilla. Recogen activistas hasta en 28 puertos diferentes, pero un año más, lo que para muchos es la mayor cárcel del mundo a cielo abierto, no recibe visitas.