Lucía, una menor leonesa que lucha desde hace dos años contra un cáncer de tronco difuso, DIPG, estaba siendo tratada con un tratamiento experimental que no ha resultado efectivo.

Los padres han anunciado en las redes sociales que dejarán ir a la menor para acabar con su sufrimiento: "Llegado este punto crítico de tu vida, hemos tenido que tomar difíciles decisiones, decisiones que jamás pensamos que tendríamos que tomar. Es muy cruel que unos padres tengan que enfrentarse a esto, pero sé que son lo mejor para ti Lucía. Para que no sufras más, para que te puedas ir en paz".

La niña, se había convertido en un referente en la lucha contra este cáncer que no tiene cura y afecta a 720 niños cada día y que apenas recibe inversiones para su investigación. Hoy, el DIPG es sinónimo de muerte.

La familia de la niña ha pedido también ayuda a quienes puedan cambiar esta situación para que se investigue esta dolencia y que ningún padre tenga que volver a pasar por lo mismo que ellos están pasando.