Rubén Martínez, el bebé asturiano de 14 meses, sufre una mucopolisacaridosis, una enfermedad rara que le afecta a la producción de una enzima. Los médicos que están tratando al pequeño aseguran que la única solución para evitar este problema es realizarle un trasplante de médula en menos de 10 meses, es decir, antes de que Rubén cumpla los dos años. Si no recibe este trasplante podría sufrir graves problemas de huesos, oído, vista e incluso discapacidad intelectual.

El único donante que tenía el pequeño hasta este momento era su hermano Gabriel, un niño de cuatro años que es el único compatible de su entorno. El problema es que al ser familiar directo, puede ser portador de esta enfermedad rara, por lo que los médicos piden que el donante sea alguien que no pertenezca a la familia.

Sus padres, Gabriel Martínez y Raquel de Lucas, se han lanzado a la busca de un donante para que su hijo tenga "una vida más digna", como ha contado su padre en una entrevista al diario asturiano 'La Nueva España'. En un mensaje que están pasando entre sus amigos de WhatsApp recuerdan que "para ser donante de médula hay que tener entre 18 y 55 años".

Mientras Rubén no reciba este trasplante, el pequeño seguirá recibiendo cada semana y durante unas cuatro horas una transfusión de la enzima que no puede producir. Gabriel y Raquel recuerdan que los donantes que quieren salvar la vida de su hijo y de otras personas se le extrae "una pequeña cantidad de médula mediante una punción en la cadera (con anestesia) o también mediante unos tipos de extracciones de sangre". Un pequeño gesto que puede salvar muchas vidas.