La muerte de un hijo no nacido necesita de un proceso de duelo. Sin embargo, este tema todavía sigue siendo un gran tabú en nuestra sociedad. En el duelo perinatal, los psicólogos recomiendan hablar y recordar al ser querido fallecido porque su muerte es también el fin de un sueño. Golpea a padres y madres, pero conseguir un permiso laboral es más difícil para ellos.

Esto es lo que le ha ocurrido, por ejemplo, a Sonia y Pablo. El hijo de esta pareja nació sin vida a las 36 semanas de gestación. Ahora, explican cómo ha sido su lucha para conseguir que él también cuente con un permiso en el trabajo.

Ambos han recordado lo duro que fue tener que recuperarse de la pérdida mientras seguían con su vida y atendían a su otra hija en medio del duelo. "No tenía ganas de salir. Tenía que llevarla al colegio, la comida...Son tareas de la familia que me tienen que ayudar a hacerlas", ha confesado Sónia Ros.

Tanto ella como Pablo comenzaron su correspondiente permiso, pero a los dos meses la Seguridad Social se lo denegó a él por ser una muerte perinatal. "El padre psicológicamente también se tiene que recuperar, tiene que ayudar en casa".

Pese a la negativa de la Administración, decidieron llevar el caso a la Justicia y ahora el TSJC les ha dado la razón. "Si mi marido se va a trabajar al día siguiente como si nada hubiese pasado, no lo veo justo. Esa prestación no es para disfrutarla como unas vacaciones, simplemente es por una ayuda familiar", ha aclarado Sónia.

La sentencia entiende que así se protege la conciliación familiar en un momento complicado. "Si al final el padre o el progenitor no gestante tiene que ir a trabajar al día siguiente, las tareas domésticas recaerán en la madre que ha perdido a la criatura y en materia de conciliación se igualan los permisos para la corresponsabilidad", ha explicado el abogado de CC. OO Guillem Bernat.

Todavía cabe recurso, pero así quieren abrir camino a otras familias en la misma situación y superar la invisibilidad y el tabú que existe en este tema.