Los primeros síntomas de Carlos aparecieron en 2009. "Tuve varios episodios de atragantamiento que tuve incluso que acudir a Urgencias para que me hiciesen una endoscopia y extraerme el cuerpo extraño", relata este afectado por la esofagitis eosinofílica, una enfermedad rara del sistema inmunitario que afecta al esófago y "hace que los pacientes no puedan tragar adecuadamente", según explica la endoscopista Beatriz Moreno, que detalla que los síntomas más habituales son la disfagia y el dolor torácico.

Un diagnóstico que Carlos tardó cinco años en recibir. "Tienes la sensación de que la comida pasa muy lento, no pasa rápido, tienes que beber mucha agua para que pueda pasar y a veces incluso piensas que se te queda ahí todo el rato", describe.

Hasta ahora, para la esofagitis se utilizaban tratamientos como el omeprazol, los corticoides o la dieta de exclusión de alimentos. Con esta última comenzó la pesadilla de Carlos, a quien le recomendaron evitar hasta 12 tipos de alimentos, de los que prescindió durante 12 años. Pero las molestias y el dolor no se iban: "Fui al médico en cerca de siete ocasiones en menos de dos meses y ahí fue donde perdí en una semana y media ocho kilos", cuenta.

Supo que en otros países ya se utilizaba un tratamiento llamado Jorveza indicado para esta enfermedad, aún sin cura, un fármaco que según la doctora Moreno "ha demostrado más eficacia en los ensayos clínicos". Por eso, hace meses, Carlos se propuso que Sanidad lo autorizara en España. "Necesitaba luchar y que nadie pasase por lo que yo había pasado: perder tantos kilos, 19 kilos en seis meses, comer seis meses papilla...", explica.

Una lucha que ahora ha tenido sus frutos, después de que el Ministerio haya aprobado la financiación de este tratamiento, que consiste es un comprimido oral, "más sencillo de administrar" y que permite "una mejor dosificación en el esófago", de acuerdo con Moreno. Una lucha individual que mejorará la calidad de vida de pacientes que, como Carlos, conviven a diario con esta enfermedad.