A penas se han
recuperado de la tromba de agua del jueves pasado y los vecinos de Muxica temen
que el agua vuelva a arrasarlo todo. Sus
pertenencias cubiertas de lodo se amontonan en contenedores, por eso hay quién
se resigna ya que "no hay nada más que estropear".
Este domingo preocupa no
sólo la intensidad de la lluvia, también la persistencia, porque cae casi de
forma ininterrumpida. En Vizcaya y Guipúzcoa
ya han caído unos 40 litros por metro cuadrado y el viernes ya cayeron 70
litros en la localidad vizcaína. El agua llegó a los rincones de todas las
habitaciones de varias casas y dejó calles anegadas y
escaleras que parecían cascadas.