Puertas selladas, arquetas taponadas y extractores cerrados como pueden. Es la denuncia de más de 200 vecinos. Aseguran que desde hace un mes viven inhalando gases tóxicos y se están intoxicando.

"Nos están matando, nos están envenenando", afirma una vecina. Dolores de cabeza, asfixia, diarreas, vómitos... todos los vecinos coinciden en los síntomas. "Todos vienen con los mismos síntomas, puede haber algún foco infeccioso", explica Antonio David Sánchez, perito médico.

La Junta de Andalucía ha enviado a inspectores de Salud a la zona y han emitido un informe que está en manos del Ayuntamiento. El consistorio insiste en que se está trabajando, pero los vecinos no están satisfechos.

De momento, la Consejería de Salud no ha decretado alerta sanitaria y desde Medio Ambiente se investiga que ha podido suceder.