Los trabajadores de la planta de Alcoa en San Cibrao, en Galicia, han estado en Madrid para exigir medidas energéticas que abaraten la factura eléctrica y hagan rentable la producción de aluminio.

La protesta ha visitado el Congreso de los Diputados, el Ministerio de Transición Ecológica y el de Industria; y precisamente el Gobierno ha asegurado que el diésel no va a subir. Ha sido la vicepresidenta cuarta y ministra para la Transición Ecológica y el Reto Demográfico, Teresa Ribera, quien ha asegurado que "no habrá" nuevos subsidios a combustibles fósiles, como el diésel, la gasolina o el gas.

En rueda de prensa tras el Consejo de Ministros, Ribera, al ser cuestionada sobre la fiscalidad 'verde', reiteró que, "salvo cuestiones sociales justificadas", será el fin a las subvenciones para estos combustibles y añadió que "se procederá a hacer un análisis y revisión de los que existen".

En este sentido, la ministra de Hacienda y portavoz del Gobierno, María Jesús Montero, señaló que en la 'hoja de ruta' del nuevo Ejecutivo la fiscalidad 'verde' "cobra especial interés".

Así, indicó que se lleva "meses" trabajando y revisando la fiscalidad en lo que se refiere a la figura del cambio climático y protección del medio ambiente con el objetivo de tomar decisiones en dos "direcciones".

"Acometer aquellas figuras que no tienen afán recaudatorio pero que son disuasorias de comportamientos perjudiciales medioambientalmente y los incentivos fiscales que el sistema pueda coger para producir, animar e impulsar la transformación del sector productivo y caminar en la dirección a 2050 una economía neutral en carbono", dijo al respecto.