Arranca la huelga indefinida de los trabajadores de la fábrica de Alcoa en Cervo. Pretenden, a las puertas de la planta, que no salga de la fábrica ni un solo camión cargado con aluminio. Dentro, algunos obreros siguen trabajando, ya que si paran las cubas el metal podría solidificarse.

“No vamos a permitir que Alcoa siga ganando dinero cuando nos está intentando cerrar la fábrica”, afirma uno de los trabajadores. El resto pasarán aquí 24 horas al día, una huelga acordada por unanimidad que llega tras días de cortes en la carretera y neumáticos quemados.

Por el fracaso de las negociaciones entre Alcoa y Liberty House para la venta de la factoría. Si no hay acuerdo, Alcoa dispone hasta el 13 de octubre para aplicar un ERE y despedir a 534 trabajadores.

La multinacional también se niega a vender la fábrica a la SEPI, empresa pública. La ministra de Trabajo no descartaba la expropiación de la fábrica, algo que también se plantea la Xunta. Gobierno central y autonómico van de la mano para salvar una planta que representa 30% del PIB de la provincia de Lugo.