Todo empezó un viernes. "Los vecinos de Alcàsser llevan 48 horas en busca de tres adolescentes de 14 años", relataban los informativos de Antena 3 en 1992. Los padres creían que se trataba de una chiquillada. "Os estoy buscando, no para reñiros, sino para daros un abrazo a todas", pedía uno de los padres en la televisión.

Sin embargo, no aparecen. Desesperados, intentan todo: incluso tarot en vivo. "A una de ellas si la veo en peligro. Es un poco fuerte, ha habido violación", aseguraba la vidente en la cadena. La verdad sería aún peor. España vio el dolor de los padres casi en directo cuando se hallaron los cadáveres de las menores.

Las chicas fueron violadas y torturadas. Les dispararon en la cabeza y las enterraron en una fosa. Entre la tragedia y la indignación de una España sumida en la conmoción, aparece una pista: papeles rotos junto a los cadáveres. La Guardia Civil los pega. Se trata de un justificante médico con un apellido: Anglés.

Toda España le busca, pero él se esfuma. Nace así la teoría de la conspiración. "La presión de los medios, de los políticos impidió que pudiéramos alcanzarlo, porque estaba a nuestro alcance", cuenta el guardia civil responsable de la búsqueda de Anglés. Solo hubo un condenado: Miguel Ricard. Le cayeron 140 años de prisión. Él Cumplió 20 y actualmente está libre. Además, la sentencia reconoce que pudo haber un tercer asesino, pero sigue sin ser identificado 25 años después de la muerte de las jóvenes de Alcàsser.