Cuando surgen pensamientos como 'si se hubiese hecho otra cosa, si se hubiese llegado antes...' es cuando debe intervenir el equipo psicológico.

Ahora, los rescatistas de Julen necesitan descansar y recibir atención psicológica. Los especialistas, piden que se respete su vida privada, para que vuelvan a la normalidad.

José Guillermo Fouce, del Colegio Oficial de Psicólogos de Madrid, explica que "cuando pasen los focos, las atenciones, es cuando los psicólogos inician otro trabajo de acompañamiento".

La exposición mediática aumenta la presión y la frustración. El duelo, en este caso, es compartido. "Todos viven la situación como propia", añade Fouce.

Los padres de Julen, José y Victoria, han estado acompañados desde el primer día por el equipo de psicólogos, hasta en el tanatorio, durante la despedida de su hijo.

Francisca Ruiz Moreno, del Colegio de psicólogos de Madrid, sostiene que "cada familia, cada caso, es absolutamente diferente".

Cuando estén solos, llegará el verdadero trabajo de asumir la frustración de lo ocurrido. "Es calve no negarlo, manejar la ira, controlar a quién se echa la culpa y por qué", subraya Fouce.

Los 18 psicólogos dispuestos por la Junta de Andalucía, para atender a los padres de Julen, a los mineros y a los familiares o vecinos de Totalán, que lo necesiten, seguirán trabajando en turnos, para evitar un desgaste.

"Los psicólogos intentan autocuidarse, tienen protocolos que dicen que los turnos deben ser rigurosos", explica Moreno.