Durmiendo en el suelo o en las sillas de las comisarías, solos, sin ningún adulto a su lado. La llegada en Cataluña de menores migrantes no acompañados se ha triplicado según las ONG.
Catalina Perazzo, responsable de Infancia de Save the Children, explica que "la sobresaturación de los centros vulnera los derechos de los menores, no permite un seguimiento individualizado".
La imagen se repite también en Madrid. Centros de primera acogida como el de Hortaleza están saturados. Los salones se han convertido en habitaciones y aún así no hay cama para todos. Se alojan más de 100 menores cuando sólamente tienen capacidad para 35 según los propios educadores.
Desde el PSOE avisan. El portavoz de esta formación en la Asamblea de Madrid, Ángel Gabilondo, denuncia que "hay un hacinamiento en el centro de menores de Hortaleza. O inmediatamente resuelven esta situación, o iremos a la Fiscalía y al Defensor del Pueblo".
Melilla es otro de los principales focos de sobreocupación en los centros. Esta situación de Emergencia lleva arrastrándose dos años. Así lo revelan los últimos datos, a España han llegado más de 2.500 menores solos, a través de vía marítima el dato se ha multiplicado casi por cuatro.
Asociaciones de Derechos Humanos recuerdan al Gobierno su compromiso de destinar 40 millones de euros para garantizar la protección de estos menores. Carmen Montón, exministra de Sanidad, hablaba a principios de septiembre de "mejora y atención solidaria a los menores extranjeros no acompañados".
Aseguran que las pésimas condiciones les empujan a escapar y terminan en la calle condenados a la exclusión.
"Le habían lavado el cerebro"
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