Son Max, Argos, Konan y Keira, perros a los que les gusta el agua, grandes, musculosos y con gran resistencia. Suelen ir acompañados de sus dueños y equipados con arneses donde las víctimas pueden sujetarse.
Los perros ayudan "al socorrista a coger a la víctima y garantizan la extracción", ha dicho José García, un guía socorrista.
Sus características los hacen perfectos para el salvamento acuático, el jefe operativo del grupo de rescate ha explicado que "tienen una membrana muy grande que le permite abrir la pata y arrastrar mucho el agua, es una característica de los perros de salvamento".
Entrenan casi a diario y se han convertido en el mejor complemento del socorrista, son rápidos y eficientes. Si hay un problema no lo dudan, saltan al agua y con mucho cuidado llevan a la víctima hasta la orilla.
Las razas terranova tienen un instinto de salvamento innato, lo primero que hacen cuando alguien se está ahogando es cogerle y sacarle del agua.
Son los únicos perros de salvamento en Cataluña capaces de arrastrar a dos personas a la vez o llevar un salvavidas en segundos.
"Un terranova en forma puede arrastrar unos 1.500 kilógramos flotando en el agua puede arrastrar una embarcación con varias personas y llevarla a puerto", ha explicado otro de los guías.