Son los grandes perjudicados por los recortes en el gasto farmacéutico: según una encuesta, el 20% de los pensionistas no pueden pagar los medicamentos que le receta su médico. "El copago supone elegir entre pagar la luz, comer o ir a la farmacia", afirma Ángeles Maestro, coordinadora de Antiprivatización de la Sanidad.

En el año 2012, el Gobierno del Partido Popular dio luz verde al copago farmacéutico y excluyó de la financiación pública 426 medicamentos que hasta ese momento eran gratis. Un tijeretazo que ha afectado duramente a los pensionistas, que desde ese año, por primera vez, tienen que pagar por sus tratamientos.

El nuevo sistema vincula el porcentaje que se paga a la renta del paciente, con unos topes de pago mensual, que van desde los 8 euros para los jubilados con pensiones más bajas hasta los 60 euros para los que tienen rentas más altas. "Un repago farmacéutico que está provocando que muchos pensionistas se estén planteando si compran los alimentos o pagan los productos farmacéuticos", afirma Jesús Escudero, coordinador estatal de Pensionistas.

Los pensionistas también critican la desorbitada subida de precios de muchos de los fármacos que fueron excluidos del sistema público. Aseguran que en algunos casos el incremento ha sido del 200%, pasando de dos a seis euros.