Cuatro mujeres denuncian al día en España que han sufrido violencia sexual pero sus derechos se convierten en una lotería. "Ni siquiera el recorrido de las víctimas de violencia sexual será el mismo si han sido violadas en Andalucía, en Madrid, en Cataluña…" denuncian desde Amnistía Internacional.
Las víctimas se sienten desprotegidas, juzgadas y cuestionadas por temor a no ser creídas: "Nadie me creía, ni el policía que estaba en la comisaría, ni la policía mujer. Estaban discutiendo con mi madre" asegura una víctima.
Y se encuentran con un recorrido lleno de obstáculos y prejuicios. "Para la mujer la denuncia es algo muy difícil, que puedan pedir ayuda sin denunciar es fundamental". Para que puedan acceder a los servicios asistenciales y salir del círculo de maltrato: "Toda la sociedad tiene que aislar el maltratador y decir no a la violencia de género".
La revisión de la tipificación de los delitos sexuales es primordial, pero la comisión de justicia no llegó a un acuerdo para equiparar agresión sexual y abuso. "¿Cómo es posible que sea la víctima la que tiene que mostrar un comportamiento o unas circunstancias que eviten la agresión?" denuncia Soledad Morillo.
Desde el ministerio de Interior inciden en la importancia de la concienciación a través de la campaña 'No mires a otro lado'. Sólo cinco comunidades cuentan con protocolos de coordinación institucional: "No hay ninguna CCAA en el Estado español que disponga de un centro de atención en crisis". Amnistía Internacional lamenta que España esté a la cola de denuncias por violencia sexual.