Pasan horas, días e incluso meses ensayando para una función. Son músicos y trabajan con unos instrumentos que se tocan en posiciones poco naturales, tal y como explica Francisco Revert, de la Orquesta Sinfónica del Principado de Asturias.

"Los movimientos repetitivos y las posturas forzadas mantenidas en el tiempo generan un tipo de patologías que hacen que tengamos muchísimas enfermedades relacionadas con el trabajo que desempeñamos", explica Revert.

Sin embargo, estas lesiones no están reconocidas como enfermedad laboral en España. "Vamos a la Mutua con una dolencia y cuando ellos ven en el epígrafe en el que aparecen las profesiones que generan esa dolencia que la palabra músico no aparece, entonces no te atienden", denuncia el músico.

Los profesionales de la música ya han salido a la calle, concretamente a la puerta del Ministerio de Sanidad para reivindicar sus derechos. La Ministra María Luisa Carcedo ha asegurado que se está tramitando junto con el Ministerio de Trabajo para incluir en el listado las muchas dolencias que sufren derivadas de su profesión.

Valentín Centenero,presidente de la Asociación de Músicos Profesionales de Orquesta Sinfónica, cuenta su caso. "Yo tuve un problema serio en mi hombro, una calcificación del tendón superespinoso y por suerte tuve clases de educación postural y pude conseguir encontrar mi solución", relata.

Pero en algunos casos estas enfermedades no cubiertas por los seguros acaban con el duro trabajo de años y renuncian a la música. Así lo cuenta Centenero: "Hay compañeros que lo han tenido que dejar por problemas de tendinitis que no han solucionado".

Una reivindicación para igualar sus derechos laborales a los de cualquier otro profesional y evitar que su música se apague.