En los años 50 triunfó la Mariquita Pérez. Los 70 fueron para la Nancy, y hoy el muñeco de moda es el bebé llorón.

Básicamente se trata de un muñeco no muy diferente a los usuales al que le llenas la cabeza de agua y se le caen las lágrimas. Queda demostrado así que, a pesar de los avances tecnológicos, lo que acaba triunfando es lo más básico.

Los muñecos de menor tamaño tampoco han evolucionado mucho. De la guerra entre los Madelman y los Geyperman en los 70, hemos pasado a juguetes más coloridos y con más articulaciones, pero cuya esencia es la misma.

Los patinetes arrasaron en 2001, incluso entre adultos, y ahora ya son eléctricos, sin esfuerzo. También existen los de tres ruedas, hechos a prueba de caidas.

Pero lo que sí ha cambiado son los videojuegos: el Espectrum de los 80, la Gameboy que arrasó en el 90 o la revolución de 1997, los tamagochis, que poco tienen que ver con los de hoy. Eso sí, modernizados o no, lo importante es la ilusión que hacen.