Katrina tiene 20 años, estudia ciencias políticas y economía en Madrid y fue una de las primeras jóvenes que se sumó al movimiento 'Fridays for future' contra el cambio climático: "Pienso que esta es la causa más importante a la que nos enfrentamos hoy en día, ya que le afecta a todo el mundo. Es la causa más transversal junto con, a lo mejor, el feminismo".

Ella fue a la primera asamblea del movimiento, y solo había 40 personas. Recuerda cómo sólo dos semanas después, en la huelga de estudiantes por el clima, fueron "10.000 personas" las que salieron "a la calle para decir 'queremos un futuro'".

Miriam, profesora en un colegio de Vigo, incluye la educación ambiental en las aulas: "Si nosotros concienciamos a los niños desde pequeños, ellos pueden ser los que lleven este feedback a casa". Por eso ha creado el movimiento 'Teachers for future', profesores que apoyan a los estudiantes e intentan que sean los niños los que eduquen a los más mayores.

La lucha contra el cambio climático es ya algo imparable y son ya los más jóvenes los que la lideran. Ellos creen en la necesidad de dejar un mundo mejor y más limpio.

Eso, para los expertos, es un punto de inflexión. "Ese es el gran cambio: es la sociedad, representada por los jóvenes, los que están diciendo se necesitan cambios ya. Esto me parece que es lo relevante: la sociedad se mueve y se articula" dice Miguel Aguado, director de la consultora 'B Leaf'.

Cada viernes, miles de jóvenes siguen saliendo a la calle para recordar que "sin planeta, no hay futuro".