Mientras cientos de personas trabajaban sin descanso y millones de ojos seguían preocupados el rescate del pequeño Julen, el poeta Camilo de Ory publicaba tuits con mensajes despectivos.
"Cómo has podido caer tan bajo, Julen", "el niño también podría escavar un poco. Ahí esperando con toda la pachorra", o "Si es molesto aguantar la obras del vecino, imaginad lo agobiado que tiene que estar Julen con las perforaciones", son algunos de ellos.
Durante todo el rescate fue publicando este tipo chistes, y el día que rescataron a Julen sin vida su mensaje fue el siguiente: "Hoy se guardará un minuto de silencio por Julen en todos los campos de golf".
Según declaró ante el juez, su intención era humorística y literaria. No tenía intención de ofender, ni tampoco pensó que los padres llegarían a leer sus desafortunadas palabras. Pero la Fiscalía considera estas publicaciones "humillantes, ofensivas y claramente despreciativas" hacia el menor y sus padres.
Por ello, piden para el poeta 18 meses de cárcel. Se trata de un humor negro que estamos acostumbrados a ver en las redes sociales, pero aquí la clave podría estar en la reiteración.
Los padres de Julen denunciaron el pasado mes de abril a varios tuiteros y una página web por comentarios ofensivos hacia su hijo e informaciones falsas.
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