La salud es una cosa y la comida rápida otra. Es lo que alegan las asociaciones farmacéuticas que, por quinta vez, interponen una denuncia a la compañía de reparto Glovo, aseguran que la empresa continúa repartiendo medicamentos a domicilio a pesar de la prohibición del ministerio de Sanidad.
"Nosotros debemos tener un control de temperatura, humedad, estabilidad... Esto no se puede garantizar en una persona que va en bicicleta", explica Helena Oller, farmacéutica.
Las farmacias alertan del peligro que existe para la seguridad del paciente. "Se está rompiendo la cadena de custodia, por tanto, tú dejas de tener la garantía de que ese producto es inocuo o que va a reaccionar de la forma que está prevista", asegura Antonio Torres, presidente de la Federación de Asociaciones de Farmacias de Cataluña.
El colectivo farmacéutico advierte que tanto el transporte como la venta por Internet de fármacos está expresamente regulada.
Por su parte, la empresa de reparto asegura que no realiza la venta de medicamentos y que se limita a poner en contacto a pacientes, farmacias y repartidores a través de su app. Señala a los farmacéuticos como únicos responsables porque son ellos quienes deciden dispensar el producto.
Según Glovo, los encargos de farmacia más enviados por sus repartidores en 2018 fueron test de embarazo, preservativos y juguetes eróticos.
Primera declaración ante el juez
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