Cuando ha pasado una semana desde el crimen de Adeje, ningún familiar del niño de siete años que sobrevivió ha aterrizado en España para ejercer la tutela del menor, que está siendo visitado por un sacerdote alemán, según cuenta Carlos Quílez.

Se trata de un hecho difícil de entender en el juzgado, más si cabe cuando las autoridades se pusieron en contacto con la tía del menor y quedaron en que los abuelos del joven acudirían a nuestro país.

El niño de cinco años fue testigo en primera persona de cómo su padre mató a pedradas a su madre y a su hermano antes de estar cerca de cinco horas vagando por el monte hasta que fue encontrado por un senderista.

Los psicólogos que están tratándole explica que "la situación de shock es mucho peor de lo que nos podemos imaginar", según cuenta el periodista. Por ello, su declaración se ha grabado y se tomará como buena, ya que la situación que atraviesa el pequeño hace que el juzgado haya decidido no someter su caso al proceso normal que se suele seguir.