Todos los días hacía el mismo recorrido, salía de Algete, dejaba a sus tres hijos en un colegio de Sanchinarro y después a la bebé de un año y nueve meses en la guardería.

Aparcaba en la puerta su coche, un monovolumen, y cogía el Metro para ir a trabajar, pero algo falló. Se olvidó de sacar a la pequeña y continuó con su rutina diaria.

Esto puede llegar a pasar, según los expertos, a diario terminamos mecanizando determinadas tareas y llegamos a actuar casi como robots. "Prácticamente, el 50% del tiempo estamos en piloto automático", dice David Gamella, especialista en Mindfulness.

Esto, junto a un alto nivel de estrés, es un cóctel perfecto para provocar olvidos o despistes fatales. "Cuando estoy en el trabajo estoy pensando en lo que va a venir por la tarde, cuando estoy por la tarde pienso en lo que vendrá mañana. Eso nos desubica de lo que tenemos realmente en las manos", añade Gamella.

En EEUU han lanzado incluso campañas para concienciar del peligro de dejar olvidados a los niños en el coche, porque allí cada diez días muere un niño por esta causa,

En la guardería, todos los padres estaban conmocionados: "Es increíble".

El padre, acusado de homicidio imprudente, ha pasado la noche en comisaría, según la Policía, en un principio no pudieron tomarle declaración porque no paraba de llorar y estaba en estado de shock. Ya está en libertad a la espera de declarar ante el juez.