40 años después de la dictadura de Franco, para los expertos seguimos arrastrando carencias del pasado. "No hubo políticas de memoria, el Estado nunca ha tomado una posición clara", asegura Marije Hristova, investigadora de la Universidad de Warwick, Inglaterra.

Alemania, por ejemplo, sí lo hizo y dio un paso más. "Han pasado de una guerra de memoria a estudios de memoria empíricos", sostiene Mischa Gabowtsch, sociólogo e investigador de Einstein Forum.

Pero ahora, investigadores de todo el mundo reunidos en Madrid, advierten sobre la importancia de continuar analizando el pasado ante el auge en de la extrema derecha.

"Después de años debatiendo, vemos que hay un rebrote de memorias antagonistas y eso hace que tengamos que repensar el modelo", advierte Francisco Ferrándiz, antropólogo e investigador del CSIC.

Uno de los ejemplos más recientes es Brasil. "En Brasil no se discutió la dictadura militar", subraya Karen Worcman. Allí achacan la victoria de Bolsonaro a ese déficit de debate. "Ahora se vuelve a debatir si fue una dictadura; si no se discute, vuelve el debate", añade Worcman.

En Ruanda, destacan la participación la sociedad para alcanzar consensos. "Si tienes una gran masa de la población participando, obviamente la reconciliación y el perdón es inevitable", indica Piotr Cieplak, autor del documental 'The faces we lost' sobre Ruanda.

Escuchar a los más afectados tras un conflicto es fundamental: "No se puede construir una sociedad sobre la base de la represión", explica Ciraj Rassool, investigado.

Insisten en que toda reconciliación debe pasar por la reparación a las víctimas.