Cuando el cuerpo se tambalea a causa de las copas el juicio social hacia ellas siempre suele ser el mismo: "que es una golfa, que va buscando algo", tal y como afirman los propios jóvenes. Los estereotipos de género también tienen cabida en el consumo de alcohol y cannabis entre jóvenes, según un estudio de la FAD y del Plan Nacional contra las Drogas.

Que un chico beba, para muchos jóvenes, es algo aceptado porque se asocia a masculinidad. Que una chica lo haga se relaciona con que va "buscando algo", según la FAD.

La 'Fundación de Ayuda contra la Drogadicción' también ha analizado lo que piensan los padres de este tipo de consumo: suelen ser más protectores con ellas que con ellos.

La percepción de los riesgos tras el consumo de alcohol o drogas también difiere: el mayor para un chico es que se meta en una pelea y para una chica que la violen.

Beatriz Martín, directora general de la FAD, ha asegurado que "pensamos que son más vulnerables, que necesitan más protección" y que esto puede producir que "trabajaremos con ello de una manera normalizada". Una problemática en la que, según este estudio, la percepción se pierde no sólo por las copas de más: "No se habla a los chicos de que el riesgo es agredir a una mujer", ha concluido Martín.