La acción de los vecinos ha conseguido cerrar ya 18 de estos 'narcopisos' pero calculan que aún quedan 13 activos en la zona. Desde las administraciones locales se han comprometido a instalar cámaras de videovigilancia y ampliar la presencia policial en las calles, todo ello unido al nuevo rol de detectives que parecen haber asumido muchos de los vecinos de Vallecas.

Se quejan de las constante reyertas nocturnas, redadas policiales, drogas en las calles... Hasta tal punto ha llegado su hartazgo que el propio vecindario se ha puesto en pie de guerra. Son los propios vecinos quienes se echan a la espalda las labores de vigilancia del barrio.

Son los ojos de la Policía. Vigilan las calles de Vallecas al milímetro, se comunican a través de grupos organizados de Whatsapp y avisan a las autoridades siempre que encuentran uno de esos 'narcopisos' o sospechan de alguna ubicación.

Pero hay un problema: los traficantes también les tienen controlados. Saben quiénes son, les tienen vigilados e incluso amenazados, pero eso no impide la acción vecinal contra el narcotráfico. Por el momento, su lucha ha conseguido acabar con casi 20 de los 'narcopisos' y asegurar que continuarán con su batalla hasta erradicarlos completamente.

Estos 'narcopisos' funcionan 24 horas al día y, en ocasiones, lo hacen también como prostíbulos, de ahí el miedo de los vecinos a ver su barrio convertido en un gueto de prostitución y drogodependencia.