El golpe del temporal en el Litoral Mediterráneose puede apreciar en cuestión de segundos. En Denia, Valencia, la imagen desoladora. La playa de Les Deveses ha quedado destrozada. La arena ha desaparecido bajo el agua y las casas y chiringuitos se han derrumbado.
Es la consecuencia de unas olas sin precedentes que alcanzaron los ocho metros de altura. Ese mismo oleaje es también el culpable de que la playa de Xàbia haya quedado sepultada por el temporal.
En Peñíscola, Castellón, las algas han enterrado el paseo que hace solo una semana era visible. Mientras, en Almenar, Lleida, ha quedado sepultada bajo las piedras. Imágenes impactantes llegan también desde el Delta del Ebro, donde el agua ha entrado tres kilómetros tierra dentro, inundando 3.000 hectáreas.
En Tossa de Mar, Girona, la espuma ha penetrado en las calles de la ciudad. Una imagen que se ha ido repitiendo a lo largo de la semana. Y en Onyar, en la misma provincia, la crecida del mar se ha hecho evidente y el caudal del río se ha multiplicado por 500, poniendo en riesgo las casas que colindan con el cauce.
Y el temporal marítimo también se ha cebado con Baleares con olas de hasta 14 metros que han cambiado por completo el paisaje. Vistas distintas después de un temporal del que el litoral tardará en recuperarse.