Daniela Gasparin es una mujer brasileña a quien su expareja estuvo a punto de asesinar cuando la atacó con un cuchillo. Le asestó 11 puñaladas, dejando así una vida marcada por la violencia machista y con el temor de que vuelva: "Aunque está en prisión, todavía tengo miedo de que salga y venga a buscarme porque envía cartas pidiendo perdón".

Los feminicidios son un mal endémico en Latinoamerica. En Brasil hay un asesinato machista cada siete horas. Los agresores, en cambio, gozan de impunidad frente a los delitos. "En la mayoría de los delitos contra las mujeres, los agresores no van a la cárcel", asegura Fernanda Fernandes, oficial de Policía en Brasil.

En México, los feminicidios de Ingrid Escamilla y Fátima, una niña de siete años, han sacado a las mujeres a las calles para reclamar justicia. Dayra Fyah, una de las mujeres manifestantes, denuncia la inacción de la policía para perseguir estos crímenes: "11 mujeres son asesinadas en México por el simple hecho de ser mujeres. La policía hace caso omiso con eso de 'a mí no me toca'".

Son mujeres que luchan contra la impunidad y cuyo objetivo es que lo que griten hoy les pueda dar más libertad mañana.