La invasión de plásticos se ha convertido en una pandemia global, pero no es el único problema al que se enfrentan los océanos, que están en peligro porque dos de sus piezas clave están enfermando: los corales y las praderas submarinas.

Los corales son muy importantes porque generan oxígeno en los océanos y además suponen la protección de muchas especies animales.

Son la primera pieza de un efecto dominó que puede originarse porque el fin de las especies que los necesitan puede generar un efecto dominó que afecta a muchos animales y, en última instancia, al ser humano.

Según algunos estudios, para 2050 todos los corales y sebadales pueden haber muerto y "vamos a tener que ir a acuarios a disfrutar de la vida marina", como cuenta Carlos Mallo, director de Innoceana.