Uno de los principales problemas del monte es el abandono, y es que los visitantes se suelen ir de él hacia las ciudades dejando rastrosos o maleza, que son los principales aliados de los incendios.
Por eso, asociaciones como Andrea, en Ourense, usan burros para limpiar el monte. Y es que según explica David Lema, presidente de la asociación, este animal es un "excelente desbrozador" que además es capaz de moverse solo durante el día y regresar solo hasta su punto de origen.
Sin relevo generacional en el campo, los burros se quedan sin trabajo agrario y al final son abandonados. Por eso, asociaciones como esta les acogen para darles un nuevo uso social, como nos cuenta Elsa Pérez, psicóloga de la asociación.
Y no es la única ayuda que puede aportar este animal, ya que es una especie muy dócil que también ayuda a personas con autismo y mayores que están solos.