Alrededor de 200 nativos forman la inexplorada tribu de Sentinel del norte. Durante miles de años han vivido en una isla y dejan absolutamente claro a quienes se acercan que los matarán con flechas y lanzas.

Ellos, además, corren peligro. Cualquier enfermedad común para cualquier humano, en ellos podría ser mortal ya que no tienen defensas, nunca han estado expuestos a ellas.

En 1967 una expedición de antropólogos intentó confraternizar con ellos. Tardaron décadas en conseguir que los sentineleses aceptarán cocos desde el mar.

Lo cuenta el único que queda con vida de todos, el profesor Pundit. Un joven le indicó qué ocurriría si desembarcaban. "Me amenazó moviendo su cuchillo de manera circular, como diciendo que me lo clavaría si llegaba a la playa", explica este antropólogo.

El Gobierno indio desaconseja viajar a la isla por el grave peligro para los turistas. Pero John Allen Chau, un misionero de Estados unidos, decidió adentrarse a mediados de noviembre. Lo mataron y lo enterraron en la playa.

Ahora la India ha tenido que poner en pausa la operación para recuperar el cuerpo de John. Los antropólogos se oponen. "Si no se puede, que lo dejen. No se debería generar más violencia por este incidente", añade Triloknath Pundit.

La Policía ha llegado a acercarse a 400 metros a la costa. Los expertos piden que paren, que no se altere el statu quo vigente desde hace milenios.