Este año, por primera vez, los patos que se sueltan en la playa de la Cueva en Valdés, Asturias, no acabarán en manos de los nadadores. En los últimos 70 años, se soltaban tres aves en el agua y los vecinos se lanzaban a por ellas nadando.

Pero las reiteradas denuncias por parte de las organizaciones animalistas han logrado que la Dirección General de Ganadería y el Gobierno Regional denieguen el permiso para nadar hasta ellos. "No han autorizado a cogerlos en el agua, concretamente, a un juego que era nadar detrás de ellos y cogerlos", asegura José Manuel Peláez, portavoz de la Comisión organizadora del evento.

Una decisión polémica que ha dividido a los aficionados a este festejo. "A mí me parece una tontería", ha comentado una de las asistentes al evento, mientras que otra ha declarado que considera "que es un maltrato animal la utilización de animales para fiestas y ferias".

"Me parece una auténtica estupidez", ha expresado un ciudadano. "Desde 12 o 13 años venía aquí al pato, antes siempre se cogió, andabas a pedradas con ellos...", se ha resignado otro. Este año, los cuatro patos sueltos se quedarán en el mar: el objetivo es que el número de ejemplares de patos en la zona aumente.