Alimentar a los animales, cuidarlos o limpiarlos son algunas de las cosas que los más pequeños aprenden cuando pasan una jornada en la granja escuela. Todos los niños van con el mismo gesto, una sonrisa para ver a los animales.

Su primera tarea es la limpieza y los propios trabajadores de la granja nos demuestran que cuando los animales ven que las jaulas las limpian los niños, están mucho más tranquilos porque empatizan más con ellos que con los adultos.

Después de limpiar toca cuidar a los zorros y tras ello, dejamos a los animales salvajes para ir con los que son propiamente de granja y domésticos, a los que pueden darles de comer directamente de la mano. Incluso pueden montarse en un buey.

Otro de los mensajes que quieren enviarles es que tengan cuidado con la mascota que queremos tener y concienciar de que van a tenerlas siempre. Y después de un día en la granja, hay niños que quieren vivir con los animales y quienes lo tienen claro: "Los animales no son un juguete".