No es la primera vez que se vive el caos en una autopista de peaje, en 2004 la AP-1 se convirtió en una ratonera. Los tribunales dieron la razón a los conductores, que fueron indemnizados con 150 euros.

Aprovechando la demanda presentada por Ausbanc, en esta nevada su presidente logró un acuerdo extrajudicial, traicionando a sus socios. Cuatro años después, la nieve bloqueo a los conductores entre León y Asturias en la AP-66: la concesionaria tuvo que pagar 900 euros.

De la Serna ha abierto este expediente informativo contra Iberpistas, sin embargo los precedentes muestran que hasta ahora siempre han quedado en papel mojado.