La primera vez que se veía a los padres de Diana Quer, se mostraban juntos para denunciar ante los medios su desaparición. "Solicitar de nuevo a toda la población que pueda aportar información sobre este caso, que lo haga", pedía Juan Carlos Quer. Su madre mandaba un mensaje directamente a la joven. "Si en algún momento mi hija me puede ver, decirle que vamos a estar aquí. No lo vamos a dejar en ningún momento. Te vamos a encontrar".

Con estas palabras empezaba la dolorosa batalla de Diana López Pinel, desesperada por encontrar a su hija."Por favor, si alguien la tiene retenida, si en algún momento ella pudiera comunicarse con nosotros, tenemos que gritarlo. Tenemos que decirlo, porque es la vida de una persona", suplicaba López.

Siempre estuvo convencida de que su hija estaba viva y se mostró dispuesta en todo momento a informar a los medios de comunicación sobre cualquier avance en la investigación del caso. Sin embargo, el tiempo corría en su contra. Tras un mes cumplido desde la desaparición, López volvía a dirigirse a Diana: "Mamá te ama, mamá te espera".

Tiempo después se produce un momento clave del caso: los investigadores encuentran el móvil de la joven. Pero a pesar de los ocho meses de espera hasta que pudo desbloquearse el terminal, el hallazgo no despejó casi ninguna incógnita. Solo que alguien intentó desbloquearlo en varias ocasiones.

"Evidencia que alguien intentaba protegerse de alguna información", aseguraba Juan Carlos Quer. Una pesadilla que empezó el 22 de agosto del 2016, cuando Diana no volvió a casa a dormir. Pero lo que nunca jamás se imaginó su madre es tan trágico final: "Ese día que le di aquel beso al despedirnos no la iba a volver a ver".