Los restos mortales de los tres militares están en el Instituto Anatómico Forense donde se les realiza la autopsia. Es importante saber las causas de la muerte, si murieron por el impacto contra el mar o lo hicieron horas más tarde. Después se les entregarán los cuerpos a las familias, que los velarán en la base aérea de Gando, donde estaban destinados.

Precisamente una de las víctimas, el sargento Ojeda, ya había sufrido dos accidentes de helicóptero en los últimos 19 meses.

En el primero, el año pasado, sólo sobrevivió él. Sus otros cuatro compañeros fallecieron, ente ellos el hijo de Sebastián Ruiz que, denuncia en el diario El Mundo que los SuperPuma, los helicópteros del ejército, son auténticas chatarras: “Muchas de las piezas de recambio no son nuevas, son de segunda mano”.

Ahora, el SuperPuma siniestrado el pasado día 22 de octubre sigue en el fondo del mar. En cuanto las condiciones meteorológicas lo permitan se pondrán en marcha las labores de izado para tratar de aclarar las causas del accidente.