Con el arranque de la temporada alta de cruceros en Barcelona se reabre el debate sobre el tipo de turismo que deja en la ciudad. Ochenta buques llegarán en abril y 125 en mayo. Para la alcaldesa de Barcelona, Ada Colau, es un exceso que hay que reducir: "25.000 personas que bajan al centro de la ciudad y lo colapsan sin dejar un gran gasto económico".

Sin embargo, un estudio concluye que aunque solo el 4% de los turistas llegan en crucero, estos aportan el 13% de los 8 millones que recaudará el Ayuntamiento con el impuesto turístico. El director general de la Asociación Internacional Línea de Cruceros, Alfredo Serranos, asegura en declaraciones a laSexta que los turistas generalmente dejan un mayor valor en la ciudad y generan más actividad económica.

Colau ve un problema en los cruceristas que no duermen en la ciudad. Cree que su aportación es insuficiente para descongestionar ciertas zonas turísticas. "Solo con tasas no se resuelve el problema, sobre todo ese 40% que se quedan 4 horas en la ciudad", señala.

Para el Gobierno, hay que cuidar el turismo. La ministra de Transportes, Raquel Sánchez, asegura que hay alternativas antes que limitar una actividad económica que es muy importante.

Según el estudio, el gasto diario de los cruceristas es superior al del reto de turistas. El catedrático de la Universidad de Barcelona y autor del estudio, Jordi Suñirach, asegura que estos turistas se dejan 100 euros más que otro vacacional.

La otra cara de la aglomeración la notan los negocios de la Rambla. "Nos hacen un favor muy grande a los negocios de la Rambla porque dependemos mucho del turista", asegura uno de ellos.

También los artistas, que llenan más el bote. "Cada vez que llega un crucero a nosotros nos va mejor", confirma uno de ellos. Especialmente en fin de semana, cuando más cruceros atracan en el puerto.