Con taquicardias frecuentes, Carlos tuvo que esperar un año y medio para que le hiciesen la prueba de esfuerzo que pidió su cardiólogo. "No sabía de donde me venían las taquicardias, si era por ansiedad, por un problema cardiológico o por medicación", ha afirmado.
José María, doctor y paciente de la enfermedad de Crohn, también ha sufrido la espera. "Tendría que ser un plazo de cuatro o cinco meses para ver la evolución y tardaron un año y un mes", ha declarado. Asegura que en el verano, con el cierre de 900 camas en Galicia, la situación se agrava.
Por su parte, la Xunta asegura que la media de espera para una operación no supera los 60 días y niega que en el verano la situación empeore. Dice que no hay camas cerradas porque están disponibles en caso de necesidad.
Rosana fue operada de hernia discal y todavía tiene muchos dolores. Tras esperar año y medio para rehabilitación, ahora vuelve a esperar para que la valore su traumatólogo. "Dejé mi papelito, se quedaron con él y me dijeron que me llamarían", ha contado.
Denuncian que los datos de listas de espera que ofrece la Xunta no son reales, que hay otra encubierta. Aquellos que tienen que escuchar ese "ya te llamaremos" o los que son derivados a centros privados. Como Lourdes, operada del hombro en un hospital privado, ahora ya no consta en los registros de la Consellería.
"Me dijo el traumatólogo que me había operado que ahí se había terminado nuestra relación. El servicio gallego de salud solo tiene contratado con el privado una revisión posquirúrgica", ha afirmado.