Desde Zamora, estas aves, por las que los jeques árabes estaban dispuestos a pagar hasta 50.000 euros por pieza e, incluso, 200.000 si el ejemplar era único, han sido trasladadas recientemente hasta Sevilla, en concreto hasta la reserva del Castillo de las Guardas, que reutiliza una antigua mina de cobre para albergar animales en condiciones similares a las de su hábitat natural.

Es el final feliz de una investigación de los agentes de la Unidad Central Operativa de Medio Ambiente (UCOMA) del Seprona, que tuvo su origen en 2011 en la denominada operación "Horus", cuando la Guardia Civil intervino 101 aves vivas y once muertas y detuvo a 16 personas en nueve provincias de una red que expoliaba rapaces, entre ellas halcones, y sus nidos.

No se trata de un caso excepcional, explican los investigadores del UCOMA, porque muchos animales incautados en operaciones son devueltos a su medio natural de forma inmediata o a centros especializados gestionados por las comunidades autónomas, aunque generalmente esta es la parte menos conocida de esas intervenciones policiales.