El Juzgado de Instrucción número cuatro de Valencia ha puesto en libertad a los dos jóvenes, de 22 y 25 años, detenidos por la presunta violación grupal a una joven en la discoteca Indiana de Valencia, después de que los análisis de ADN hayan dado resultado negativo.

Según informa 'Levante-EMV', el informe de la Brigada de Policía Científica ha resultado negativo en la comparación de muestras biológicas recogidas de la víctima y los perfiles genéticos de los acusados.

Ambos, que siempre negaron su implicación en los hechos y que apuntaban que su detención era un error, han estado 42 días ingresados en prisión preventiva después de que la víctima les identificara en la rueda de reconocimiento.

De hecho, los jóvenes accedieron voluntariamente a someterse a las pruebas de ADN y afirmaron que estaban de fiesta solos en la discoteca y no acompañados de dos personas más como asegura la víctima.

El relato de la víctima: golpeada y vejada sin ayuda de nadie

En el relato que la joven hizo ante el juez, y que hizo público el diario 'Las Provincias', cuenta que todo ocurrió alrededor de las cinco de la madrugada cuando iba hacia el baño de la discoteca La Indiana. Allí un chico le dio la mano y le pide que lo acompañe al baño de los chicos porque hay una amiga suya que necesita ayuda.

Engañada, la joven accedió al ver el rostro (fingido) de preocupación del joven. Una vez en esa estancia fue arrinconada en una esquina a pesar de que el lugar estaba lleno de gente.

Una vez acorralada por tres hombres, otro se colocó en posición vigilante mientras el resto le decía que era muy guapa. Entonces fue empujada contra la pared y uno de ellos le puso las manos encima.

Ella, atemorizada, empezó a llorar, a temblar y a gritar. Mientras trataba de escapar, sus agresores le pisaban los pies y la presionaban contra la pared. Una situación que provocó que varias personas se interesaran por lo que pasaba. Fue entonces cuando entró en juego el cuarto de los agresores, que se dedicó a decirles que ella era la novia de uno de ellos y que no se preocuparan: ninguno de los clientes intervino.

Finalmente la cogieron del pelo y metieron a empujones en uno de los retretes donde la abofetearon, la obligaron a agacharse y le tiraron del pelo ante su negativa. Dos de ellos, los que se quedaron en el interior del retrete, la violaron contra la pared y la dejaron tirada en el suelo. Varias personas la ayudaron después hasta que vino una amiga suya con la que había salido esa noche de fiesta.