En 1983, cuando tenía 22 años, Alvin Kennard fue condenado por el Estado de Alabama a cadena perpetua por robar 50,75 dólares en la panadería Highlands de la localidad de Bessemer. Ahora, 36 años más tarde, ha conseguido la libertad condicional.

La sentencia fue fallada de acuerdo a la antigua Ley de Delincuentes de Delitos Habituales, conocida popularmente como 'la de los tres strikes'.

Kennard ya había sido condenado antes, por lo que este robo, que era el cuarto, supuso su entrada en prisión sin posibilidad de condicional. Cuatro años antes, se había declarado culpable de un robo en una estación de gasolina y por los delitos de asalto en segundo grado y robo fue condenado a tres años de prisión, sentencias que le fueron suspendidas a cambio de libertad vigilada.

Ahora, el juez, David Carpenter ha ordenado su puesta en libertad ante la celebración de sus amigos y familia. "Todos estábamos llorando", ha expresado su sobrina, Patricia Jones, a la 'WBRC'. "Llevábamos hablando de ello durante, no sé, más de 20 años, sobre ser libre", ha añadido.

Antes de ingresar en prisión, Kennard trabajaba en el sector de la construcción, una labor con la que le gustaría continuar, según ha explicado el juez. "Él dice que quiere conseguirle un trabajo, porque él quiere ser autosuficiente, y nosotros vamos a apoyarle", ha señalado Jones.

Si Kennard, que tiene 58 años, fuese sentenciado ahora por el robo tendría una condena mínima de 10 años y hubiese podido solicitar la libertad vigilada hace dos décadas.