La Policía Local de Palma ha liberado a un perro que había permanecido atado a una correa de metal los últimos diez años. El animal se encontraba en una finca y su cuidador lo mantenía atado desde que tenía tan solo tres meses.
Fueron los propios agentes los que detectaron que Tom, el animal, no estaba siendo cuidado en las mejores condiciones. Acudieron al lugar, fotografiaron el estado en el que se encontraba el perro y contactaron con su dueño.
El hombre ha reconocido que el perro estaba siempre atado a esa correa metálica enganchada al suelo, lo que no permitía al animal moverse más que unos escasos metros por el terreno.
Su dueño finalmente ha renunciado de manera voluntaria al animal, y este ha sido trasladado a la protectora de CSMPA Son Reus, tal y como confirma la Policía Local en sus redes sociales.