La policía de Brasil ha liberado a una mujer de 39 años que llevaba 20 años enjaulada dentro de una habitación en condiciones infrahumanas. Cuando los agentes entraron en la casa la encontraron atada de pies y manos con cuerdas y cadenas en una celda de pocos metros cuadrados iluminada por una pequeña ventana que apenas dejaba entrar la luz del sol.

Tras salir de la casa aturdida, pero por su propio pie, la mujer fue trasladada a un hospital para ser tratada por deshidratación y desnutrición severa.

La madre de la víctima ha sido detenida. Según ha contado a la policía, retuvo a su hija para controlar sus problemas mentales y su agresividad después de que ésta perdiera a sus dos hijos.