La denuncia de un ciudadano chino ha permitido desarticular una red de trata de mujeres originarias de este país asiático que se había asentado en Zaragoza y Bilbao. La Policía Nacional ha liberado a un total de seis mujeres con edades comprendidas entre los 30 y 40 años que eran obligadas a prostituirse y a traficar con drogas en condiciones de semiexclavitud.

Además, se han practicado 63 detenciones de esta organización que en España lideraba una mujer con antecedentes policiales. Tanto ella como otra mujer eran las encargadlas de los seis pisos que tenía la red y han sido arrestadas y enviadas a prisión.

La red captaba a mujeres en situación de vulnerabilidad en China para que viajaran a España con la falsa promesa de que aquí tendrían una mejor vida, aunque en realidad eran sometidas como "mercancía" 24 horas en condiciones infrahumanas con fines de explotación sexual. y con una deuda de más de 30.000 euros que, debido a los intereses se hacía casi vitalicia.

Además de ser obligadas a prostituirse y a traficar, las madames también las obligaban a pasear a su perro y a limpiar la casa. Las controlaban, las vigilaban hasta con cámaras, para que no huyeran, y con la misma finalidad les quitaban toda la documentación.

La clientela eran principalmente españoles que pagaban entre 50 y 200 euros.

Los pisos donde se prostituían, en el centro de Zaragoza, tenían dos zonas, una para recibir a los clientes y otra donde vivían ellas. En su zona de residencia las chicas estaban en condiciones insalubres, con la comida mezclada con la ropa sobre la cama ya que se les tenía prohibido usar la cocina del piso.

En las imágenes que han tomado los agentes se observa que en las neveras no hay comida, solo las drogas con las que las hacían traficar.