Hace poco más de un mes, el primer ministro israelí publicaba varios tuits alabando los productos que parecen de origen animal, pero que no lo son. En esta categoría encontramos la leche sintética.

Hay varias empresas en el mundo trabajando en su desarrollo. Una de ellas, Remilk, de origen israelí. También Perfect Day, con sede en Estados Unidos, o Eden Brew, en Australia.

Pero sin meternos en sus modelos de negocio, analicemos un par de aspectos relevantes sobre este producto que, sin duda, servirá para generar más de una conversación.

¿Cómo se hace?

Simplificando mucho, se coge la 'receta' de la proteína de la leche y se copia en un laboratorio. Después, se le añaden bacterias, azúcar se deja que con la fermentación se replique. Ryan Pandya, CEO y cofundador de Perfect Day lo explica un poco mejor en este reportaje de Science Insider.

Para intentar que lo comprendamos, las empresas remiten al proceso de fermentación de la cerveza en algunos de sus vídeos.

¿Qué utilidad tiene?

Aquí es donde surgen las dudas, porque quienes la venden aseguran que es más sana, que no tiene hormonas ni antibióticos. Pero es que, según afirma Gemma del Caño, especialista en seguridad alimentaria, "la leche en Europa no tiene ni hormonas ni antibióticos". "Es un bulo. Tenemos una regulaciones alimentarias más garantistas del mundo", añade.

Nos recuerda además que la leche no es imprescindible pero tampoco insana. Para ella, este tratamiento de la proteína hace que pasemos de consumir un alimento natural, como es la leche, a un ultraprocesado. Algo que en ningún caso es mejor.

Pero... ¿es mejor para los animales?

Es otra de las defensas que se hacen del producto. En este caso, si todos consumiéramos solo lácteos de laboratorio, se dejaría de explotar a las vacas. No habría granjas lecheras. Este escenario hipotético no lo convierte necesariamente en la opción más ecológica.

De hecho, las bebidas de origen vegetal ya podrían estar cumpliendo esa función. Habría que estudiar cuántos litros de agua cuesta producir la 'leche no leche', así como el impacto ambiental de modificar la producción de lácteos a nivel mundial. Eso, entre otras muchas variables.

Lo que sí es cierto es que la industria ganadera tiene un gran impacto ambiental. Así lo reflejan informes como este. De ahí a decir que la 'leche no leche' es la solución a todos nuestros males... va un trecho.

Pero, ¿y si quiero probarla?

Si estás en España, va a salirte caro. Aquí no se vende, ni en ningún país de la UE. De hecho, está por ver si pasaría el corte de nuestra normativa. Así que habría que comprar un billete de avión.

Israel podría ser tu mejor opción. Allí se acaba de regular su comercialización . Además, como te hemos contado, una empresa estadounidense y una australiana trabajan también en derivados lácteos de origen no animal.

Así que si el café es para ya, mejor opta por alternativas menos complicadas.