El cadáver de Laura Luelmo estaba semidesnudo, boca abajo y oculto entre unos matorrales. "Alguien había intentado taparlo colocando unas cañas y matojos encima", apunta Quílez.

En el examen ocular de los técnicos se observaron marcas en el cuello de la profesora. "Todo hace indicar que la joven habría sido estrangulada", añade el periodista Carlos Quílez.

Los agentes de la Científica están tratando de identificar la presencia del ADN de otra persona en el cuerpo de la joven, por lo que aún no pueden descartar si existió una agresión sexual.

Por otra parte, el novio de la joven declaró ante la Guardia Civil que Laura le aseguró que "un vecino la miraba mal" días antes de su desaparición.

En relación al vecino de El Campillo sospechoso por sus antecedentes criminales, Quílez explica que este hombre se encontraba en prisión cumpliendo condena en los días en los que Laura desapareció. "Este hombre tiene un hermano gemelo que también tiene antecedentes por delitos de gravedad", añade Quílez.

La titular del Juzgado de Instrucción 1 de Valverde del Camino, encargado de la investigación de la muerte de la joven, ha decretado el secreto de sumario sobre las actuaciones, parte de las cuales continúan sobre el terreno.