Unas 14 mujeres, entre España y Rumanía, han sido liberadas por la Policía Nacional de una organización criminal que les propinaba "brutales" palizas y las obligaba a prostituirse en Valencia. Las sacaban desnudas en un balcón o les rapaban la cabeza si no conseguían el dinero que ellos querían, y eran torturadas y obligadas a prostituirse en la vía pública.

Las 14 mujeres explotadas sexualmente vivían hacinadas en habitaciones. Silvia Garrido, portavoz de la Policía Nacional, ha asegurado que "los implicados se aprovechan del estado de necesidad de las víctimas y las obligan a prostituirse en la vía pública". Además, las obligaban a conseguir diariamente, al menos, entre 300 y 400 euros, entre 9.000 y 12.000 euros cada mes.

Si no llegaban a las cantidades exigidas, los castigos eran terribles: palizas y humillaciones constantes. Las hacían salir al balcón desnudas en pleno invierno, les rapaban la cabeza, les daban latigazos incluso con el cable del teléfono y las obligaban a dormir en el suelo o bajo la cama de su proxeneta.

Una brutalidad que ha sorprendido hasta a la propia Policía. Una parte del dinero la blanqueaban comprando propiedades y coches de alta gama, el resto lo enviaban a su país de origen. Garrido ha explicado que "este dinero posteriormente lo enviaban a Rumanía a través de bancos o de agencias".

Tras una larga investigación de la Interpol, en colaboración entre la Policía española y rumana, han logrado detener a nueve personas en Rumanía y en Alzira, en Valencia.